Nosotros

Nuestro origen
Altos Norte nació del sueño familiar de devolverle vida y propósito a la tierra de Los Altos de Jalisco, un territorio que nuestra familia ha cuidado por generaciones.
Desde 1994, en nuestra finca se llevan a cabo prácticas de reforestación y regeneración del ecosistema, buscando restaurar la biodiversidad local y proteger el equilibrio natural del entorno.
El inicio del viñedo
En 2016, plantamos nuestro primer viñedo en Encarnación de Díaz, en una finca rodeada de nopales, mezquites y caminos antiguos.
Lo que comenzó como un proyecto experimental se transformó en una manera de vivir: entender el ritmo de la naturaleza, escuchar la tierra y dejar que cada vendimia hablara por sí misma.
Cada año nos enseña algo nuevo: distintas fermentaciones, diferentes expresiones del mismo lugar. Con el tiempo, la bodega ha crecido de forma orgánica, sin prisa, sin fórmulas repetidas, aprendiendo a observar y acompañar más que intervenir.


Un proyecto familiar
Hoy, Altos Norte es una bodega familiar, donde cada integrante aporta su visión: desde el trabajo diario en el campo y la bodega, hasta la comunicación, el diseño y la conexión con quienes comparten nuestra filosofía.
Nuestro compromiso es simple: hacer vinos auténticos, vivos y honestos, que reflejen el alma de Los Altos de Jalisco y el respeto que tenemos por la tierra que nos vio nacer.
Filosofía
Creemos que el vino debe expresar la verdad del territorio.
Trabajamos con mínima intervención, levaduras silvestres y respeto absoluto por la tierra.
Natural
fermentaciones espontáneas
Orgánico
sin químicos ni pesticidas
Responsable
mínima huella ambiental
La finca
Nuestra finca se encuentra en Encarnación de Díaz, Jalisco, a 1,925m de altitud. En 4 hectáreas cultivamos de forma orgánica Albariño, Malbec, Tempranillo y Cabernet Sauvignon.
